Un empresario independiente corre riesgos desconocidos para los empleados, como no tener ingresos cuando no puede trabajar por enfermedad o accidente.
Los ingresos de un empleado están garantizados en caso de enfermedad o invalidez.
Además, el empresario puede incurrir en responsabilidades de daños causados por errores, o sus establecimientos comerciales pueden ser robados, o también afectados por un incendio o un desastre natural.
Por ese motivo, antes de empezar con una empresa debes evaluar los posibles riesgos en tu particular línea de negocio, y asegurarlos. Para eso, puede ser útil contactar con una consultoría de seguros.
SEGUROS PERSONALES
Seguro médico
Cada residente de los Países Bajos paga una media de 1500 euros al año por un seguro básico. Estas cuotas se pagan directamente a la compañía de seguros que tú elijas. Una mayor cobertura será necesaria para cubrir otros varios otros riesgos.
A parte de la base nominal a pagar a la compañía de seguros, la administración tributaria recauda un acta de seguro dependiente de los ingresos.
Si eres un empresario a tiempo parcial a la vez que un empleado a tiempo parcial, tu salario como empleado será gravado de acuerdo a las reglas aplicables a los trabajadores. Esta contribución es pagada por el empleador, después de la cual se calculan los impuestos a pagar en base a los ingresos para el empresario.
Si tus ingresos están por debajo de una determinada cantidad, recibirás una ayuda del gobierno, que puede ser solicitada a la administración tributaria.
Incapacidad para trabajar e invalidez
Un empresario independiente no está cubierto por el seguro de invalidez obligatorio en el contexto del Acta de ingresos y trabajo (WIA). No tiene, por tanto, derecho a ayudas si no pudiera trabajar como resultado de enfermedad o inhabilidad.. Un empresario a tiempo parcial combinado con un empleo estará cubierto parcialmente, así que recibirá un beneficio de forma proporcional o a prorrata.
Para cubrir este hueco de riesgo que se genera, el empresario puede contratar un seguro de invalidez, tanto uno privado como uno voluntario.
Seguro privado de invalidez
Primero de todo, antes de contratar un seguro privado de invalidez,, la ayuda necesaria en una base anual debería ser determinada, para la cual el 80% de los ingresos es la regla del “thumb”. La cantidad puede estar sujeta a cambios durante la duración del seguro, o puedes estipular que el pago se vaya incrementando en un porcentaje cada año. Se tiene que decidir cuando el seguro comienza a hacer pagos y cuando los pagos terminarían. Podrás elegir que los pagos se empiezen a hacer durante las primeras semanas después de haber caído enfermo, pero también puedes optar por mantenerte con recursos propios antes de depender de tu seguro en el acto. En cualquier momento entre los primeros 14 días y los tres años será posible solicitarlo. Los pagos podrían acabar en cualquier momento entre tu 50 y tu 65 cumpleaños. Cuanto antes empiece el seguro a hacer los pagos, mayor será la prima, como es lógico. Antes que nada, si optas y a que precio lo haces para un seguro de invalidez depende, entre otras cosas, en la rama profesional en la que trabajas, tu edad y tu salud.
Seguro Voluntario de Invalidez
Si cumples con los requisitos exigidos por la agencia de seguros de empeados (UWV), Podrás contratar un seguro voluntario de invalidez en la UWV para cubrir enfermedades e invalidez. Estos seguros son similares al seguro de empleados para enfermedades y invalidez, al acta de ayudas por enfermedad (ZW) y al acta de trabajo e ingresos (WIA). El seguro voluntario ZW cubre hasta un máximo de 104 semanas (2 años); después de este periodo puedes pasar al seguro WIA. Los pagos máximos de ambos seguros están basados en los ingresos diarios que ganas como empresario independiente.
Un seguro voluntario solo puede ser contratado si previamente se ha tenido un seguro obligatorio contra las consecuencias financieras de una enfermedad por lo menos un año, por ejemplo como empleado. Para contratar un seguro voluntario, tienes que notificarlo al UWV en las 13 semanas siguientes a que el seguro obligatorio haya acabado. Pasado este periodo, el UWV no estará obligado a asegurarte.
Empresarios y embarazo
Las empresarias tienen derecho a una ayuda por embarazo y maternidad por un mínimo de 16 semanas. Esto recibe el nombre de esquema de ayudas por maternidad para auto empleados (ZEZ) y la empresaria tiene derecho al salario mínimo interprofesional. Las empresarias independientes que han trabajado al menos 1225 horas al año antes de solicitar la ayuda ZEZ recibirán la ayuda completa. Para empresarias que trabajaron menos de 1225 horas, la ayuda ZEZ dependerá de sus ingresos durante elaño precedente a la solicitud de dicha ayuda. La ayuda será pagada por el acta de trabajo y cuidados (care) (Wazo) y administrada por el UWV.
SEGUROS PROFESIONALES
Seguro de responsabilidad profesional y de negocios
Un empresario corre riesgos específicos cuando hace negocios. Un cliente puede pedirte responsabilidad por una entrega de bienes defectuosos o por no haber prestado los servicios correctamente. Si el empresario resulta responsable por los bienes o servicios defectuosos, tendrá que pagar una compensación.
La responsabilidad por daños no está restringida a daños puramente materiales; puede ocurrir que tengas que pagar también por daños causados en la propiedad de tu cliente cuando le estás prestando un servicio. También cualquiera que trabaje para ti puede reclamar que ha dejado de percibir ganancias cuando esto haya ocurrido por un accidente trabajado para ti. O puede que se te reclame responsabilidad por daño al medio ambiente. El “polluter pays” o “el contaminador paga” está bien asentado en la jurisdicción neerlandesa. Por todo esto, es muy importante contratar un seguro de responsabilidad empresarial o profesional para cubrir todos los posibles riesgos. La compañía de seguros sólo pagará si estabas asegurado en el momento en que ocurrió el daño. No existe posibilidad de asegurarse retroactivamente.
La cuota a pagar depende del tamaño de la empresa y del sector o industria.
Seguro de responsabilidad empresarial
El seguro de responsabilidad empresarial cubre los daños ocurridos mientras se llevan a cabo las actividades empresariales. Si tu eres por ejemplo un constructor, y se cae un ladrillo en un coche aparcado, tú eres responsable por el daño causado al coche. El seguro pagará el daño causado. El seguro, sin embargo, no cubre todos los daños por los que seas responsable. Si la construcción resulta que era de mala calidad y tu cliente te exige indemnización, no puedes recuperarla a través del seguro. Reclamaciones provocadas por la ruptura de un contrato tampoco entrarán dentro de la cobertura. Estas reclamaciones se consideran riesgo empresarial. Si tienes que pagar una sanción por entrega tardía, por ejemplo, tampoco será cubierto por el seguro.
Seguro de responsabilidad profesional
Si eres un profesional – consultor, abogado, notario civil, fisioterapeuta, etc.- tu cliente puede sufrir daños (inmateriales) como resultado de una práctica negligente o una información incorrecta por tu parte. Si tú, como consultor, debes aconsejar a un cliente a llevar a cabo una acción específica que resulta errónea, a tu cliente le puede perjudicar de forma importante. Si tu cliente te denuncia por los daños y sales responsable, tu seguro pagará la compensación, porque es riesgo profesional. La prima depende de la profesión y el tamaño de la empresa. Algunas empresas de seguros no querrán cubrir ciertas profesiones, debido al gran riesgo que tienen. Por ejemplo, un fallo en un programa de software en un programa puede suponer un perjuicio enorme. En caso de una gran negligencia, es muy improbable que el seguro pague.
Seguro por gastos legales
Conflictos y disputas son muy comunes en los negocios. Esto puede llevarnos a gastos inesperados, especialmente si la disputa acaba en los tribunales. Si tienes un seguro por gastos legales, tu aseguradora se encargará de que seas asistido por un abogado. Los gastos en que incurras normalmente serán pagados o reembolsados por la compañía de seguros. No toda la asistencia legal es cubierta por el seguro de gastos legales. Conviene comprobar con tu aseguradora qué tipo de disputas están incluidas y cuáles no.
Seguro de edificios
Bajo tu propio riesgo están todos los bienes que tienes en tienda (maquinaria, material de oficina, inventarios y ordenadores). Un fuego o un robo pueden suponer pérdidas considerables. Analice el riesgo existente, contrata un seguro y combruebe las condiciones cuidadosamente. Seguridad contra incendios es obligatoria con frecuencia.
Si eres el protietario del edificio, te puede interesar contratar un seguro de edificios. Si has pedido un préstamo para financiar tu empresa, el banco exige con frecuencia que contretes un seguro de edificios.
Seguro de pérdida de beneficios
Este seguro cubrirá el riesgo que corres si tu socio o “partner” no puede trabajar más en la empresa debido a, por ejemplo, una enfermedad.
Seguro de rotura de maquinaria
Cubrirá las reparaciones de la maquinaria
Seguro de ordenadores
Este seguro cubre cualquier daño que pueda resultar de uso inadecuado, virus o provocados por cortes de energía. Tanto de hardware como de software, por lo que incluye pérdida de información.
Seguro de transporte de bienes
Cubre posibles daños que sufran los bienes mientras son transportados.
Seguro de crédito
No todas las facturas de tus clientes serán pagadas, ya que puede que tengan problemas económicos, o estén en bancarrota, etc. El seguro de crédito cubrirá éstos cobros no recibidos, bajo ciertas condiciones.
Términos generales y condiciones
Aplicando los términos generales y condiciones a todos los contratos con tus clientes les deja claro que términos y condiciones aplicas para servicios, pagos, compras o ventas, pedidos… Pueden ayudarte a evitar discusiones incómodas o conflictos, porque quedan definidos los derechos y obligaciones de las partes.
Compras y ventas a larga distancia
Si haces ventas de productos a larga distancia en Países Bajos (ej: venta vía internet, vía web shop, por teléfono, por fax o por correo) debes cumplir con reglas como la obligación de dar información o con el derecho del consumidor de devolver lo comprado.